Presenciar un ataque epiléptico en tu peludo puede causar miedo y angustia, pero lo más importante en ese momento es mantener la calma y saber cómo actuar para protegerlo.
En este artículo te explicaremos qué debes y qué no debes hacer si tu perro o gato sufre un ataque epiléptico, para que estés preparado ante esta situación.
¿Qué no debes hacer si tu perro sufre de un ataque de epilepsia?
Uno de los errores más comunes es pensar que hay que practicarle una RCP (reanimación cardiopulmonar). Esto es totalmente incorrecto. La RCP solo se realiza cuando el peludo ha entrado en parada cardiorrespiratoria, y durante una convulsión, el corazón sigue latiendo con normalidad, incluso acelerado.
Tampoco es útil intentar detener la convulsión zarandeando al animal o rodeándolo de estímulos como voces, luces o gente. La convulsión es el resultado de una sobreestimulación neurológica, y añadir más estímulos solo empeora la situación.
¿Cómo actuar ante un ataque de epilepsia en tu perro?
Aunque no puedas detener la convulsión por completo, sí puedes ayudar a que tu mascota esté más segura durante el episodio:
- Mantén la calma. Tu tranquilidad es clave para actuar correctamente.
- Evita los gritos y los ruidos fuertes.
- Apaga la luz si es posible, y reduce el número de personas presentes.
- Retira objetos peligrosos a su alrededor para que no se golpee durante la convulsión.
- Una vez que la convulsión haya remitido un poco, una ampolla de diazepam administrada por vía rectal puede ser de gran ayuda (consulta previamente con tu veterinario cómo y cuándo usarla).
Es importante tener en cuenta que, al terminar el episodio, el peludo puede estar desorientado, confuso e incluso asustado. Es posible que no te reconozca inmediatamente, así que actúa con paciencia y cuidado.
Un consejo muy útil, aunque difícil de seguir en un momento así, es grabar el episodio con tu móvil. Este vídeo puede ser de gran ayuda para el veterinario a la hora de hacer un diagnóstico más preciso.
Diagnóstico y tratamiento de la epilepsia
Si los ataques se repiten, el veterinario podrá confirmar si se trata de epilepsia. En ese caso, establecerá un tratamiento específico adaptado a tu mascota, que puede incluir medicación y un seguimiento regular.
Aunque sea una situación difícil, tu reacción puede marcar la diferencia. Estar informado y preparado es la mejor forma de cuidar a tu compañero peludo, en la aplicación Friendog podrás registrar su estado de salud diariamente y localizar asistencia veterinaria cercana en segundos.